Manual de sobrevivencia si tu página web deja de funcionar

| October 6, 2015

Manual de sobrevivencia si tu página web deja de funcionar

Una de las peores experiencias por las que puede pasar el propietario/a de una Pyme es que su página web deje de funcionar: es un momento con consecuencias casi tan devastadoras como los que puedan tener cualquier desastre natural, unas inundaciones o un robo,  ya que puede afectar la confianza y la lealtad de los usuarios, y sobre todo, puede resultar en una pérdida de ingresos importante (especialmente si se está pagando por redirigir tráfico a la página).

Por eso, es importante contar con un plan de continuidad de negocio en casos de emergencia y tener una persona o un equipo dedicados a evaluar el impacto (físico o virtual) del incidente y gestionar una respuesta adecuada.

Esperamos que las siguientes sugerencias te ayuden a sobrevivir cuando tu página web decida dejar de funcionar:

1. La reacción inmediata es entrar en pánico – ¡No lo hagas!  Antes de empezar a cambiar las configuraciones o los códigos, cálmate, respira hondo y recuerda que (supuestamente) tu empresa de alojamiento de web tiene copias de seguridad de tus archivos de página web y de tu base de datos. Intenta pensar de manera racional sobre los pasos que debes seguir para resolver la situación. Si tu empresa cuenta con un departamento informático, no pierdas tiempo: llámales y que se pongan a trabajar en ello de inmediato. Si no tienes a un equipo informático que te apoye, intenta lo siguiente:

2. Hazte las preguntas más básicas y triviales que se te ocurran:

  • ¿Funciona tu servicio web? ¿Existe la posibilidad de que el servicio se hubiese detenido?
  • ¿Has hecho algún cambio reciente que pudiese causar el error? ¿Tal vez se te olvidase poner a prueba los cambios efectuados?
  • ¿Es posible que tu programador estuviese trabajando en algo y no te hubiese informado?
  • ¿Has cambiado el sistema de Nombres de dominio (DNS) o programado un cambio de DNS que no recuerdes? Recuerda que en función de los cambios que hayas realizado, los cambios aplicados a tu DNS pueden cambiar instantáneamente o pueden incluso tardar hasta 24 horas en actualizarse.
  • ¿Funciona correctamente la conexión de banda ancha?
  • ¿Y tu navegador? Intenta abrir tu página web de nuevo utilizando un navegador diferente al que siempre usas – Firefox, Google Chrome, Safari, etc.  Si la conexión de banda ancha parece estar funcionando correctamente, prueba a borrar la caché y las cookies. Abre el navegador, pulsa Ctrl + Shift + Del, selecciona Caché y cookies y selecciona “Todo desde el principio” y pulsa OK. A continuación se borrará todo lo que existía en tu navegador. Intenta cargar la página para ver si funciona esta vez.
  • ¿Ha caducado el nombre del dominio de tu página web?
  • ¿Ha caducado tu plan de alojamiento de web?

3. Averigua si los usuarios pueden ver la página fuera de tu red interna. Pídele a un amigo que compruebe si funciona, o utiliza uno de los muchos servicios de proxy comoMegaProxy, que permiten verificar si tu página es accesible a través de una conexión de terceros.

4. Servicios como Whydown.com te ayudarán a diagnosticar la fuente del problema. Existen también un buen número de herramientas en línea adecuadas para analizar problemas de disponibilidad y rendimiento. Aquí tienes algunos ejemplos.

5. Si tu página es de tamaño considerable, tal vez no seas el único experimentando dificultades. Comprueba si otros usuarios preguntan o se quejan en este enlace de Twitter http://twitter.com/ # search? Q = sitename

6. Aplica la opción ‘Ping‘ a tu dirección de dominio. Ping es un comando que te indica si la conexión entre el ordenador y un dominio particular está funcionando correctamente. En Windows, selecciona Inicio> Programas> Accesorios> Símbolo del sistema. Introduce la palabra ping seguida de un espacio y el nombre de tu dominio y acepta. Si los resultados muestran una serie de respuestas eso significa que la conexión funciona.

7. Ponte en contacto con tu empresa de hospedaje de web. Pregúntales si conocen cuál es el problema que pueda existir y cómo solucionarlo. Si la empresa está cerrada o no están disponibles o no responden, intenta probar su asistencia en línea en vivo. Seguramente se te requerirá que accedas a tu cuenta y evalúes el estado de tu hospedaje. Una vez en el panel de mandos, seguramente puede ocurrir que:

  • Indique que haya un problema: ya sea un problema de la empresa de hospedaje o un problema único a tu página. Una vez que hayas identificado el problema que aparece en tu cuenta, puede que sigas sin entender a qué se refiere. En tal caso, no dudes en hacer uso de los servicios de asistencia en línea proporcionados por la mayoría de empresas de hospedaje. La asistencia en línea suele ser gratuita e inmediatamente disponible y, por lo general te va a resolver el problema en menos de quince minutos. Envíales el mensaje/s de error que aparece/n en tu página web y ellos te sabrán guiar. Una vez resuelto, asegúrate de guardar los errores como referencia para saber qué hacer si vuelven a aparecer en el futuro.
  • Indique que no haya problema:  necesitas ayuda profesional. Tal vez requieras recargar los archivos de tu página web y para eso, un profesional es lo mejor.

8. Notifica a los usuarios de la interrupción. Pon un mensaje en tus medios sociales para informar a tus clientes y usuarios de lo que está ocurriendo y cuándo esperas que se reanude el funcionamiento.

9. Análisis post-resolución del problema.

Después de haber superado el susto y en cuanto todos los sistemas funcionen de nuevo, trata de analizar lo que pasó fríamente, aprende la lección y optimiza tus sistemas si es necesario para evitar que vuelva a ocurrir. Y que el incidente sea un buen recordatorio para que te asegures de guardar una copia de seguridad de tu página web y de todas tus últimas actualizaciones.