Cómo crear metas factibles para el Año Nuevo

| October 6, 2015

Cómo crear metas factibles para el Año Nuevo

El inicio de un año siempre es un buen momento para mirar hacia atrás y reflexionar. Cada año tenemos buenos deseos y resoluciones nuevas, nos proponemos dejar atrás las malas decisiones que tomamos, aprender de nuestros errores y mejorar nuestras estrategias. Lo que ocurre es que con el paso del año, nuestros propositos e intenciones desaparecen poco a poco y nos quedamos igual que empezamos.

Es cierto que en algunos aspectos de nuestra vida no pasa nada si dejamos de lado nuestras resoluciones de año nuevo, pero cuando se trata de negocios, es esencial hacer un balance de nuestras decisiones anteriores y utilizarlas para aprender y planificar las eventualidades que nos puedan esperar.

Asi que, ¿por qué no dedicarle un tiempo a mirar hacia atrás, medir nuestros logros y reflexionar sobre lo que deberíamos conseguir en términos de ventas, promociones, actividades de marketing y equilibrio personal. ¿Qué funcionó y qué dejó de funcionar? ¿Qué harías de manera diferente? ¿Cómo puedes aprovechar el trabajo ya hecho y utilizarlo de manera diferente y más eficaz?

Ahora es un buen momento. Siéntate, mira al horizonte y empieza a activar tu línea de pensamiento. Déjala fluir, dibuja o escribe lo que te venga a la mente y poco a poco irás formando una visión de la dirección que quieres tomar en cada una de las áreas de tu empresa.

Pequeñas metas 

Es recomendable empezar creando pequeñas metas que se puedan alcanzar fácil y rápidamente. ¿Por qué? Porque la satisfacción que obtendrás al conseguir una pequeña victoria te dará los ánimos y la confianza para continuar con objetivos cada vez más complicados.

Una vez que alcances tu metal final, no olvides recompensarte, especialmente si has trabajado duro para conseguir lo que te habías propuesto. Tacha tus pequeñas metas a medida que las vayas consiguiendo y recuérdate la recompensa que te diste al coseguirlas.

Objetivos concretos y factibles

Prepara un conjunto de objetivos concretos, claros, alcanzables y que puedas medir, y utilízalos como visión y guía de tus esfuerzos durante todo el año.

¿No sabes por dónde empezar? Aquí tienes algunas palabras clave que te ayudarán a activar tu línea de pensamiento.

Tus clientes

El comienzo de un nuevo año es el momento perfecto para revisar las relaciones con tus clientes.

¿Tu crees que se han mostrado satisfechos con tus servicios durante todo el año? ¿Por qué no les preguntas qué les parecen tus productos y servicios y cómo creen que podrías mejorarlos?  Pide comentarios y sugerencias honestos, y si son críticos en sus respuestas, no te lo tomes como algo personal – aprende de sus comentarios y conviértelos en objetivos factibles.

La tecnología te puede ayudar a alcanzar estos objetivos: tanto si se trata de escribir un nuevo blog, como de comunicarte con ellos a través de Facebook, Twitter, Google +, o de incorporar cupones móviles o códigos QR a tus comunicaciones, siempre surge algún nuevo sistema para comunicarte con ellos. Si tu presupuesto te lo permite, no lo dudes; tus clientes te lo agradecerán. Ellos avanzan, tú no tienes más remedio que avanzar con ellos.

Tu equipo

Los recursos humanos son un tema importante para toda empresa, pero uno que muchas tienden a descuidar. ¿Por qué no dedicarle algo de atención este año a cultivar el talento que tienes en tu plantilla o a asegurarte de que exista una mejor colaboración interna?  Este puede ser el momento para concretar objetivos relacionados con la salud y la seguridad de tus empleados, que siempre habías tenido intención de solucionar pero nunca habías tenido la oportunidad de hacerlo.

Tu tecnología

Analiza el nivel tecnológico de tu empresa de una manera fría y objetiva. ¿Te estás quedando desfasado? ¿Necesitas actualizar? Tal vez una inversión en tecnología te ayudaría a acelerar otros procesos clave, que acabarían ahorrándote dinero y recursos a largo plazo.

¿Es tu empresa suficientemente móvil? No olvides que un15% de todas las búsquedas en Google hoy en día se hacen a través de un dispositivo móvil. ¿Estás preparado para atender a esta población móvil? El 2013 puede ser un buen momento para optimizar tu página web y hacerla más accesible a los motores de búsqueda, o para mejorar tu estrategia de marketing por correo electrónico, o centrarte en mejorar tu conexión con la cada día mayor comunidad de internautas móviles.

El contenido de tu página web

Hoy en día todos queremos conocer y dominar nuevas plataformas de comunicación social. No cabe duda que el marketing digital es esencial para toda PyMe, pero no debemos dejar de lado la apariencia y legibilidad de nuestra página web. No tiene ningún sentido crear una presencia atractiva, inteligente y única en Facebook y acabar dirigiendo a nuestros clientes a una página web aburrida, poco informativa y obsoleta.

Tu página web es, a menudo, tu primer punto de contacto con la mayoría de tus clientes, por eso es importante que si no está a la altura, te comprometas a mejorarla este año. Por encima de todo, asegúrate de que el contenido sea relevante, fresco e informativo. Actualízalo con frecuencia.  Incluso podrías empezar el blog que siempre has querido escribir. Sea lo que sea, asegúrate de que tu página web se encuentre fácilmente, sea profesional y útil para tus clientes.

Como empresario y director de tu empresa, tu eres el único responsable de tu propia motivación, de tu productividad y de tu bienestar. No hay ningún jefe que te de una palmadita en la espalda o un aumento de sueldo cuando te lo merezcas. Tú dependes de ti mismo para continuar manteniéndote motivado e inspirado a lo largo del año.

En 2013, asegúrate de recompensarte por victorias específicas,  como el haber conseguido un buen cliente, el haber conseguido entregar un proyecto a tiempo, o  el haber trabajado “horas extras”  varias noches seguidas.

¿O tal vez este sea el año cuando empiezas a delegar tareas y empiezas a utilizar la tecnología a tu alcance para pasar más tiempo trabajando desde casa?

Pero sobre todo, no pierdas tu tiempo pensando, escribiendo o dibujando metas para olvidarlas y enterrarlas bajo tus montones de papeles. Cuélgalas en un lugar bien visible o en una sección de tu iPhone. Divídelas en metas menores y haz un seguimiento semanal o mensual.  Y sobre todo, recuérdatelas y revísalas constantemente.

Imagen de pixabay